Según hemos ido comprobando, cualquier persona no está cualificada para impartir sesiones de arteterapia, por lo cual, el profesor no tendría el poder de llevar a cabo esta actividad a no ser que fuera un profesional en la materia.
Según Case y Dalley (1984) un profesional en arteterapia debe tener un conocimiento en tres temas:
1. Técnicas de la actividad plástica
2. Formación en Psicología (psicoterapia)
3. Conocimientos del arte su significado y su historia
Estas tres características serían básicas para el éxito de la terapia, ya que el terapeuta debe ser capaz de guiar al paciente a un buen uso de los materiales y su técnica. A la vez que es capaz de guiar y contener la terapia, aportando con sus conocimientos de Arte y de Terapia. “El arte tiene una escasa significación terapéutica si no intervienen o está presente un terapeuta, que suministra esencialmente el factor humano en el establecimiento de una relación terapéutica mediante una forma de arte”
El arteterapeuta tiene que estimular a las personas para que dibujen y pinten, y a su vez, propiciar la expresión de sentimientos y pensamientos, para luego ser discutidos en conjunto con el arteterapeuta. Ya sea que trabajen con individuos o con grupos, los arteterapeutas son al mismo tiempo participantes y observadores en el proceso terapéutico. Debe ayudar al paciente a entender su propia pintura, lo cual no implica una interpretación, sino una sugerencia y exploración acerca del significado de las imágenes en conjunto con el paciente. Esto es un factor esencial, ya que si el paciente no participa y colabora activamente dentro del encuentro terapéutico, las interpretaciones que haga el arteterapeuta no serían válidas. El artista es el único que llega a comprender su pleno significado (Dalley, 1984).
Según Case y Dalley (1984) un profesional en arteterapia debe tener un conocimiento en tres temas:
1. Técnicas de la actividad plástica
2. Formación en Psicología (psicoterapia)
3. Conocimientos del arte su significado y su historia
Estas tres características serían básicas para el éxito de la terapia, ya que el terapeuta debe ser capaz de guiar al paciente a un buen uso de los materiales y su técnica. A la vez que es capaz de guiar y contener la terapia, aportando con sus conocimientos de Arte y de Terapia. “El arte tiene una escasa significación terapéutica si no intervienen o está presente un terapeuta, que suministra esencialmente el factor humano en el establecimiento de una relación terapéutica mediante una forma de arte”
El arteterapeuta tiene que estimular a las personas para que dibujen y pinten, y a su vez, propiciar la expresión de sentimientos y pensamientos, para luego ser discutidos en conjunto con el arteterapeuta. Ya sea que trabajen con individuos o con grupos, los arteterapeutas son al mismo tiempo participantes y observadores en el proceso terapéutico. Debe ayudar al paciente a entender su propia pintura, lo cual no implica una interpretación, sino una sugerencia y exploración acerca del significado de las imágenes en conjunto con el paciente. Esto es un factor esencial, ya que si el paciente no participa y colabora activamente dentro del encuentro terapéutico, las interpretaciones que haga el arteterapeuta no serían válidas. El artista es el único que llega a comprender su pleno significado (Dalley, 1984).
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