La creatividad tiene una gran importancia en el mundo actual, además de ser un talento humano muy importante en el campo de la educación. Es evidente que sin creatividad no habría arte, literatura, ciencia, progreso ni innovación y, por supuesto, muchos de los problemas quedarían ocultos y sin solución.
En las escuelas, a veces, es escaso el interés por la creatividad. No parecen darse cuenta de que sin creatividad, sería imposible que muchos de los alumnos alcanzasen ciertos objetivos de aprendizaje. No obstante, se perciben recientes llamadas de atención sobre este tema, pues se ha demostrado que las estrategias empleadas para aprender a resolver problemas reales son múltiples y que los estudiantes que aprenden de manera creativa, lo hacen mejor y con mayor facilidad.
La creatividad se está convirtiendo en un objetivo prioritario para las instituciones y, consecuentemente, también del sistema educativo. Frente a los valores tradicionales de rendimiento académico o de inteligencia, la creatividad individual y grupal ganan terreno. Y es que su incidencia resulta beneficiosa en prácticamente todas las actividades de la vida -pues mejora su calidad y significado- y es básica para la toma de decisiones, la solución de problemas, la gestión del tiempo, la coordinación de las relaciones interpersonales y la innovación.
Todas las personas tienen una "vena" de creatividad en germen que la escuela, el trabajo y la sociedad en general deben permitir que florezca.
En las escuelas, a veces, es escaso el interés por la creatividad. No parecen darse cuenta de que sin creatividad, sería imposible que muchos de los alumnos alcanzasen ciertos objetivos de aprendizaje. No obstante, se perciben recientes llamadas de atención sobre este tema, pues se ha demostrado que las estrategias empleadas para aprender a resolver problemas reales son múltiples y que los estudiantes que aprenden de manera creativa, lo hacen mejor y con mayor facilidad.
La creatividad se está convirtiendo en un objetivo prioritario para las instituciones y, consecuentemente, también del sistema educativo. Frente a los valores tradicionales de rendimiento académico o de inteligencia, la creatividad individual y grupal ganan terreno. Y es que su incidencia resulta beneficiosa en prácticamente todas las actividades de la vida -pues mejora su calidad y significado- y es básica para la toma de decisiones, la solución de problemas, la gestión del tiempo, la coordinación de las relaciones interpersonales y la innovación.
Todas las personas tienen una "vena" de creatividad en germen que la escuela, el trabajo y la sociedad en general deben permitir que florezca.