La creatividad está en tus manos

Granada, Granada, Djibouti
El propósito de este blog es investigar acerca del concepto de creatividad: en qué consiste y cómo estimularla en el sistema educativo. Solo aquellas personas que conocen el proceso creativo podrán elegir contenidos, planificar lecciones y organizar materiales que ayuden a los niños a desarrollar las capacidades, los rasgos y las actitudes propias de una persona creativa. El blog pretende diseñar actividades con objetivos creativos que sirvan para complementar la programación de una lección artística.

miércoles, 21 de abril de 2010

Creatividad y motivación

¿Qué es lo que dirige la creatividad? Las respuestas que se dan a esta pregunta se asocia, lógicamente, con la motivación: el comportamiento creativo está acompañado de tenacidad, pasión, devoción, concentración y persistencia, rasgos, todos ellos, propios de una persona motivada.

La teoría psicoanalítica es la primera que señala la incidencia de la motivación dentro del campo creativo y explica la conducta creativa como una forma de reducir la tensión causada por el deseo de desarrollar actitudes inaceptables. Freud (1959) afirmó que los adultos pueden desviar la energía libidinal sobrante en direcciones socialmente admitidas, como, por ejemplo, la manifestación creativa. Sugiere que, de manera semejante al papel que el juego desempeña en los niños, la actividad creativa permite a los adultos trabajar paralelamente al conflicto existente dentro de sí mismos y llenar un mundo imaginario con contenidos emocionales. Otros teóricos de esta línea dan a entender que la creatividad está motivada por la necesidad de encauzar adecuadamente los impulsos agresivos o destructivos inconscientes (Gardner, 1989, 1993).

El interés por la motivación intrínseca y extrínseca reaparece como parte integral del modelo presentado por Amabile (1983, 1996). La motivación intrínseca equivale a comprometerse con una actividad percibida como interesante, envolvente, satisfactoria y desafiante. Muchas investigaciones avalan lo apropiado de este tipo de motivación en la creatividad.

Por el contrario, la motivación extrínseca parece no favorecer tanto la creatividad, incluso, en ocasiones, impide alcanzar niveles altos de motivación intrínseca (Calder y Staw, 1975). Consiste en comprometerse con una actividad que suponga alguna meta externa al propio trabajo, como lograr conseguir un premio o conseguir reconocimiento social (Crutchfield, 1962; Lepper, Greene y Nisbett, 1973). Con todo, también existen estudios que destacan los efectos positivos de la motivación extrínseca en las personas creativas (Amabile 1996; Friedman y Föster, 2001). Luego las recompensas verbales o materiales, tanto en la escuela como en el trabajo, también pueden ayudar a fomentar la creatividad.

Como conclusión, cabe decir que es habitual que los motivos intrínsecos actúen en la fase inicial del proceso creador y los extrínsecos, en los momentos problemáticos y en la fase final (Sanz de Acedo Lizarraga, 1998). Lo ideal será que ambas motivaciones estén presentes en el individuo, pues cada una de ellas, a su modo, posibilita que la creatividad brote y se desarrolle en la persona.
Sanz de Acedo Lizarraga, María Luisa. Creatividad individual y grupal en la educación. España: EIUNSA, 2008.
Sternberg, R. y T. Lubart, "Creando mentes creativas", Revista UdeG, Dossier La atención a los niños sobresalientes, núm. 5, junio-julio, Guadalajara, México, 1996.